La adolescencia se caracteriza por la etapa de la vida de búsqueda de la propia identidad, periodo en el que es habitual sentirse confuso. Las conductas que se hacían antes, propias de la infancia, ya no generan satisfacción. Se produce una ruptura con el mundo infantil, iniciándose nuevas relaciones tanto con los padres, como con el mundo exterior.
Durante la etapa de adolescente, se producen cambios físicos, nuevos amigos, sexualidad…necesidad de adaptación psicológica a un nuevo modelo de vida adulta. Esta adaptación puede provocar en los adolescentes periodos de ansiedad y miedos naturales a los cambios que están sufriendo.
Es habitual que de entre todas las relaciones interpersonales sean las familiares las más afectadas, entrando en un conflicto mutuo: enfrentando la necesidad del adolescente de sentirse independiente con el deseo de los padres de seguir manteniendo unas normas, generándose en la convivencia un clima de desconfianza.
¿Qué problemas psicológicos pueden surgir en el adolescente?
Durante la adolescencia pueden surgir problemas de ansiedad, depresión, uso inadecuado de las nuevas tecnologías (móvil, Internet, videojuegos), abuso de sustancias, como el alcohol u otras drogas, problemas con los estudios, agresividad, etc.
El consumo de drogas afecta especialmente a los adolescentes, su alta disponibilidad exige aprenden a convivir con las drogas, tomando decisiones sobre su consumo o abstinencia, en un contexto en el que habitualmente existe poca percepción de riesgo.
Paralelamente las nuevas tecnologías (TIC) han revolucionado nuestro estilo de vida, instaurándose en ocasiones como conductas adictivas, debido a la gran dependencia que pueden llegar a generar en las personas, restringiendo la libertad y afectando a la vida familiar, escolar y social.
En este contexto es habitual que el adolescente comience a perder interés por actividades que antes hacía con agrado, se distancie de sus antiguos amigos, o se sienta inadaptado, entrando en un proceso de gran incomunicación.
En cualquier caso, y a pesar de que cada persona lo vive de una determinada manera, no resulta una época fácil, ni para los propios adolescentes, ni para los padres y/o educadores.
¿Qué puedo hacer para ayudar a mi hijo/a adolescente?
Antes de que la relación entre padres e hijos se deteriore, es conveniente pedir ayuda a un psicologo especialista en familia y adolescentes, encontrar un punto de encuentro en el que los padres puedan seguir siendo un modelo para sus hijos y a su vez los adolescentes puedan convivir de una manera adaptada, evolucionando de manera positiva hacia la madurez. La familia debe dar cabida de nuevo a la confianza no siempre es una tarea fácil. Contar con el respaldo de un psicólogo profesional contribuye a perder el miedo y da seguridad en la toma de decisiones, generándose un desarrollo óptimo.
En Psicoafirma, gabinete de psicología avanzada somos un grupo de profesionales de la psiquiatría y psicólogos en Madrid a los que nos gusta trabajar con adolescentes, cercanos a su manera de entender el mundo, a sus conflictos generacionales y a sus sentimientos de incomprensión. A partir de un conocimiento profundo de las características y entorno de la persona, diseñamos un plan de tratamiento psicológico.
Nuestra terapia para adolescentes conflictivos:
- Ayudar a definir la identidad del adolescente, integrando sus experiencias y los nuevos valores que han ido surgiendo.
- Evaluar la naturaleza específica del problema y sus dificultades asociadas.
- Determinar si ha habido un uso abusivo o adictivo tanto del consumo de sustancias como de las nuevas tecnologías.
- Facilitar la integración social con el mundo exterior, adaptando los nuevos roles familiares.
- Proporcionar orientación psicológica, tanto a los padres como a los adolescentes, en el uso de las normas y los deberes mutuos.
- Ayudar en la gestión de los conflictos que se hayan ido poniendo de manifiesto.
- Tratar la sintomatología de una manera personalizada, adaptando los programas de tratamiento a las necesidades de cada adolescente.