Quizá debemos partir de definir que es lo que entendemos por intimidad.
Lo intimo entra en el terreno de lo confidencial. Lo que quieres compartir, o no…
Parece un concepto abstracto, indiferenciado, a veces demasiado genérico… aunque lo cierto es que comprenderlo no resulta fácil, si podemos descubrir su importancia en lo que se refiere a las relaciones personales. Cuando falla la capacidad de mostrarnos en intimidad pueden aparecer dificultades en la relación de pareja, cuando no somos capaces de estar en intimidad con nosotros mismos eso se refleja en otros aspectos relacionales, ya que el ser humano se halla inserto en una compleja matriz relacional, cuyas dinámicas oscilan.
Muchos definen la intimidad como un límite entre lo público y lo privado, entre lo que es confidencial y aquello que puede mostrarse… podemos decir que en numerosas ocasiones el concepto de intimidad se sobrepone al de privacidad. Aunque aquí queremos resaltar que la intimidad es algo mas que lo meramente privado; intimidad es un término que lleva implícito otro término: profundidad. Normalmente algo íntimo es algo profundo, no superficial, ni vago, sino algo que recobra importancia.
Para el ser humano la privacidad es defendida en el ámbito de lo judicial, pero la intimidad es un concepto más psicológico, mas imbricado en aspectos profundos, de la identidad personal.
La mayor parte de los problemas relacionados con la intimidad se desarrollan y se manifiestan en el ámbito sexual: problemas de eyaculación precoz, vaginismo.. bajo esta sintomatología se esconden aspectos de la intimidad dañados y no tratados. Desde nuestro equipo comprendemos que la identidad personal, está ligada a lo relacional, que es donde enfermamos y donde tenemos la capacidad de sanar… y es desde esta identidad desde la que se desarrolla el concepto de intimidad.
La intimidad va en relación a dos aspectos intimidad con nosotros/as mismos/as y en relación a otros.
Lo íntimo es lo preservado de la invasión de los otros.. es un terreno “confidencial”, subjetivo que decidimos, desde nuestra libertad personal, compartir con algunas personas, no con todas . Por eso es que hablamos de la relaciones de intimidad (amigos, pareja, familia, espacios personales…)
El término nace de la subjetividad y se inserta en una matriz relacional dinámica, en la que se entrelazan aspectos psicológicos de desarrollo personal e interrelacional. La intimidad recoge aspectos subjetivos y relacionales con los que se puede trabajar con el objetivo de mejorar las relaciones, por ejemplo de pareja.
